Hace unos 4 años (31 de Marzo de 2016), después de la presentación del Tesla Model 3 hablábamos del inicio de una nueva era, algo así como el principio del fin o el fin del principio. El principio del fin de los vehículos a combustión o el fin del principio de la primera generación de vehículos eléctricos en nuestro tiempo. Comparábamos lo que podría suponer esta presentación con lo que supuso en 1908 el inicio de la construcción en cadena del mítico Ford T. Henry Ford busca fabricar un vehículo asequible para todos (más potenciales clientes) y para ello consiguió rebajar los costes implementado la  fabricación en cadena y convirtiendo al Ford T, en el primer vehículo fabricado en serie.

¿Pero qué ha pasado desde entonces?

En todo este tiempo, el resto de fabricantes se han visto obligados a lanzar sus propios modelos 100%  eléctricos, algunos con más acierto que otros y todos buscando el equilibrio entre inversión para asegurar el futuro y rentabilidad para no comprometer el presente. Algo tan complicado de alcanzar como necesario. 

En multitud de ocasiones hemos podido leer en prensa que Tesla estaba realizando equilibrios para mantener sus problemas de liquidez a raya, además de sortear las críticas por los retrasos en las entregas del Model 3 que como podéis recordar alcanzó 180.000 reservas en las primeras 24 horas tras su lanzamiento, sin fecha de venta y solo con un precio final aproximado…mientras tanto Tesla seguía a lo suyo con su expansión, tanto en sus famosas Gigafábricas como en el diseño y desarrollo de nuevos modelos.

La mayoría de fabricantes han optado por alianzas entre los que a priori resultaban ser su propia competencia. Nadar y guardar la ropa entre compañías parece ser a priori una buena solución para este mercado tan cambiante donde la llegada del vehículo eléctrico hace necesaria una fuerte inversión y a su vez el motor de combustión tiene muy limitado su desarrollo por la llegada de las nuevas normativas anticontaminación. A veces con acuerdos de desarrollo puntuales, o proyectos de los más originales como por ejemplo, BMW y Daimler (Mercedes Benz) que lanzaron simultáneamente 5 proyectos relacionados con planes y sistemas de movilidad. Harald Krüge presidente de BMW, resaltó “estos cincos servicios se fusionarán cada vez más para formar una cartera única de servicios de movilidad con una flota de vehículos totalmente autónomos, que se cargan y estacionan de manera autónoma y se interconectan con los otros modos de transporte”. 

También es destacable la alianza de Volkswagen y Ford, para el lanzamiento de un pick-up mediano, además de una gama de vehículos comerciales…pero seguramente este matrimonio busque aumentar la familia aprovechando la plataforma MEB de VW, que no es otra cosa que una base sobre la que construir diferentes modelos de vehículos 100% electrificados que a Ford le vendría de maravilla para el mercado estadounidense.

Pero si hablamos de matrimonios entre fabricantes, no podemos olvidar a la familia más numerosa del sector. El Grupo PSA (Peugeot, Citroen y DS) en 2017 acordó con el fabricante estadounidense General Motors adquirir su grupo europeo con la compra de sus marcas Opel y Vauxhall. Pero ahí no quedó la cosa y a finales de 2019 el Grupo PSA inició un proceso de fusión con el fabricante italo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles, propietaria de las marcas Fiat, Fiat Professional, Alfa Romeo, Abarth y Lancia, y la marca de coches deportivos Maserati (pertenecientes todas ellas a FCA Italy), junto con Chrysler, Dodge, Jeep, Ram Trucks, SRT, Global Electric Motorcars y Mopar (pertenecientes a FCA US). Gracias a este estratégico movimiento el grupo se convirtió automáticamente en el cuarto mayor fabricante del mundo. 

Aún sigue rondando en nuestra mente algunos refranes que pueden ayudarnos a entender esta situación…

  • A quien buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija.
  • Mal de muchos, consuelo de tontos.
  • A grandes males, grandes remedios.
  • A falta de pan buenas son tortas.
  • Cuando veas la barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar.

Esperamos que os haya gustado esta nueva entrada en nuestro blog. No queríamos acabar sin desear una solución a los trabajadores de la planta de Nissan en Barcelona. Hace unas semanas aquí mismo, hablábamos de las fábricas de automoción en nuestro país y, si recordáis, comentamos que dicha planta no se encontraba en su mejor situación. Esperemos que pronto se solucione por el bien de todos sus trabajadores directos e indirectos, además por el bien de nuestro país y su imagen como referente en la industria del sector.

Un saludo y hasta la próxima entrada en nuestro blog. Si te apetece déjanos tu comentario y si lo deseas puedes proponer algún tema para las siguientes entradas.